martes, 9 de septiembre de 2008

Las causas de la Histeria (Parte 4). Juan D. Nasio

4-EL SUFRIMIENTO DEL SÍNTOMA DE CONVERSIÓN ES EL EQUIVALENTE DE UNA SATISFACCIÓN MASTURBATORIA
Conversión
El tercer desenlace de la lucha con la represión, el que aquí nos interesa, consiste en la transformación de la carga sexual excesiva en influjo nervioso igualmente excesivo que, actuando como excitante o como inhibidor, provoca un sufrimiento somático. Así pues, la conversión se define, desde el punto de vista económico, como la transformación de un exceso constante de energía que pasa del estado psíquico al estado somático.. Este salto de lo psíquico a lo somático, que es aún hoy un interrogante abierto, podría describirse así: la sobrecarga energética se suelta del collar de la representación intolerable, conserva su naturaleza de exceso y resurge transformada en sufrimiento corporal, sea en forma de hipersensibilidad dolorosa o, por el contrario, en forma de inhibición sensorial o motriz. Puesto que en el paso de lo psíquico a lo físico el exceso de energía permanece constante —es decir, siempre desmedido—, podemos admitir que el sufrimiento de un síntoma somático es una energía equivalente a la energía de excitación del trauma inicial o, para ser más exactos, a aquel exceso de afecto sexual que comparábamos con un orgasmo.
Esta permanencia de un mismo exceso de energía justificaría la impresión del psicoanalista cuando, ante manifestaciones somáticas de carácter histérico, acaba reconociendo en ellas la expresión sustitutiva de un orgasmo sexual. Para ser más precisos, de un orgasmo obtenido por masturbación, pues no olvidemos que la sexualidad del histérico es esencialmente una sexualidad infantil. Una repentina mancha roja en el cuello de un paciente histérico al final de una sesión puede ser considerada, desde el punto de vista psicoanalítico, como el equivalente cutáneo de un orgasmo. Vómitos atípicos, enuresis en un niño, una crisis de llanto, una afonía o una parálisis histérica de la marcha constituirán, en definitiva, la manera irregular y neurótica de que se vale el histérico para vivir su sexualidad infantil. Así pues, los síntomas de conversión han de ser tenidos por equivalentes corporales de satisfacciones masturbatorias infantiles.
En consecuencia, de los tres fracasos de la represión fracaso por desplazamiento de la sobrecarga de una representación a una idea en la neurosis obsesiva, fracaso por proyección de la sobrecarga del interior psíquico al mundo exterior en la neurosis fóbica, y fracaso por conversión de la sobrecarga en el síntoma somático, este ultimo constituye el mecanismo específico de la histeria. De aquí en más, Freud sustituirá la antigua denominación de "histeria de defensa" por la expresión "histeria de conversión".

Organización del material:

1-Nuestra lectura de la primera teoría de Freud: el origen de la histeria es la huella psíquica de un trauma

2-La histeria es provocada por una defensa inadecuada del yo: la represión

3-La histeria es provocada por el fracaso de la represión la conversión

4-El sufrimiento del síntoma de conversión es el equivalente de una satisfacción masturbatoria

5-La elección de órgano, asiento de la conversión

6-El síntoma de conversión desaparece si cobra un valor simbólico, el que produce la escucha del psicoanalista

7-Nuestra lectura de la segunda teoría de Freud: el origen de la histeria es un fantasma inconsciente

No hay comentarios: