miércoles, 27 de agosto de 2008

Biografía de Jacques Lacan

Lacan Jacques
Nacido Jacques-Marie (1901-1981)
Psiquiatra y psicoanalista francés
Entre los grandes intérpretes de la historia del freudismo, Jacques Lacan es el único que le dio a la obra freudiana un esqueleto filosófico y la sacó de su anclaje biológico, pero sin caer en el espiritualismo. La paradoja de esta interpretación innovadora consiste en que reintrodujo en el psicoanálisis el pensamiento filosófico alemán del que Sigmund Freud se había distanciado voluntariamente. Esta poderosa contribución ha hecho de Lacan el único verdadero maestro del psicoanálisis en Francia, lo que le ha valido mucha hostilidad. Pero si bien algunos de los que lo despreciaron con ferocidad han sido injustos, él presentó el flanco a la crítica al rodearse de epígonos que hablaban en jerga y contribuyeron a oscurecer una enseñanza por cierto compleja, y a menudo enunciada en un lenguaje barroco y refinado, pero perfectamente comprensible (al menos hasta 1970).
Lacan padecía inhibiciones de escritura, y necesitó ayuda para publicar sus textos y transcribir el famoso seminario que dio en público entre 1953 y 1979. Nueve seminarios sobre veinticinco han sido "establecidos" y publicados por su yerno, Jacques-Alain Miller, entre 1973 y 1995. El seminario vigésimo sexto, de 1978-1979, es "silencioso", puesto que Lacan ya no podía hablar.
Jacques Lacan escribió aproximadamente unos cincuenta artículos, provenientes en general de conferencias: de ellos, treinta y cuatro (los más importantes) fueron reunidos por el editor François Walil en 1966 en una obra imponente de novecientas páginas, titulada Écrits, a la cual hay que añadir las "variantes" realizadas en 1994 por Ángel de Frutos Salvador. Un gran artículo de Lacan, publicado en 1938, fue editado como libro por Jacques-Alain Miller en 1984 (Les Complexes familiaux); otro, "L'étourdit", apareció en la revista Scilicet, fundada por el propio Lacan. Finalmente, hay dos entrevistas, una realizada por Robert Georgin para la radio-televisión belga ("Radiophonie"), y la otra por Jacques-Alain Miller para una película del servicio de investigación de la ORTF realizada por Benoit Jacquot (Télévision). Jacques Lacan escribió un solo libro, su tesis de medicina de 1932, publicada con el título De la psychose paranoiaque dans ses rapports avec la personnalité, en la cual relata el caso de Marguerite Anzieu.
Sus otros artículos, así como sus numerosas intervenciones en coloquios o en la École freudienne de Paris (EFP), están dispersos en diversas revistas. Su correspondencia es casi inexistente: doscientas cuarenta y siete cartas catalogadas por Élisabeth Roudinesco en 1993.
La obra de Lacan está traducida a dieciséis idiomas, y a Joël Dor se le debe la mejor bibliografía del conjunto de los títulos, publicados e inéditos.
Jacques Lacan reinterpretó casi todos los conceptos freudianos, así como los grandes casos (Herbert Graf, Ida Bauer, Serguei Constantinovich Pankejeff, Ernst Lanzer, Daniel Paul Schreber), agregando sus propias conceptuafi zaciones al corpus psicoanalítico.
Hay dos diccionarios de conceptos lacanianos: uno en inglés, realizado por Dylan Evans, y el otro en castellano, de Ignacio Garate y José Miguel Marinas. Algunos de los más bellos comentarios de la obra de Lacan han sido escritos por filósofos: Louis Althusser (1918-1990), Jacques Derrida, Christian Jambet, Jean-Claude Milner, Bernard Sichére.
Nacido en París el 14 de abril de 1901, en una familia de vinagreros de Orleáns (los Dessaux), Jacques-Marie Émile Lacan provenía de la burguesía media católica y bien pensante. Lo mismo que a sus otros hermanos, además del primer nombre le pusieron el de la Virgen María. Lacan fue renunciando progresivamente a él en sus diversos escritos del período de entreguerras. El padre, Alfred Lacan (1873-1960), era un hombre débil, abrumado por el poder de su propio padre, Émile Lacan (1839-1915). En cuanto a la madre, Émilie Baudry (1876-1948), más intelectual, estaba totalmente volcada a la religión. De este clima familiar más bien trivial, el joven Lacan se llevó una impresión de horror.
Después llegaron una hermana (Madeleine), nacida en 1903, un hermano (Raymond), muerto a temprana edad, y finalmente Marc-François (1908-1994), que iba a sentir un gran afecto por Jacques. En 1929, Marc-François ingresó como monje en la orden de los benedictinos, en la abadía de Hautecombe, situada en las orillas del lago del Bourget.
Después de estudiar en el colegio Stanislas, Lacan rompió con el catolicismo. A los 16 años admiraba la Ética de Baruch Spinoza (1632-1677). Un año más tarde se hizo nietzscheano, y después, durante algún tiempo, lo fascinó Charles Maurras (1868-1952), de quien adoptó el esteticismo y el gusto por la lengua. Finalmente se interesó por la vanguardia literaria. Alfred Lacan deseaba que su hijo mayor lo sucediera en los negocios y le diera un impulso decisivo al comercio de mostaza; no comprendía ni aprobaba su evolución. Émilie Lacan, por su parte, ignoraba todo de la vida que llevaba su hijo, fuera de los caminos de la religión y del conformismo burgués.
En el París de la década de 1920, donde aspiraba a la gloria, se comparó con Rastignac, frecuentó la librería de Adrienne Monnier y a los surrealistas, asistió con entusiasmo a la lectura pública del Ulises de James Joyce (1882-1941) y se vinculó a escritores y pintores. Interno en el Hospital Sainte-Anne, donde era alumno de Henri Claude al mismo tiempo que su amigo Henri Ey, se orientó hacia la psiquiatría, siguiendo la enseñanza de Georges Heuyer (1884-1977), Georges Dumas (1866-1946) y Gaétan Gatian de Clérambault, cuyo estilo dejó en él una fuerte impresión. En junio de 1932 comenzó su análisis didáctico con Rudolph Loewenstein y, al final del año, publicó su tesis sobre la historia de una mujer criminal (Marguerite Anzieu), que él consideró un caso de paranoia de autocastigo (el caso "Aimée").
Magnífica síntesis de todas las aspiraciones freudianas y antiorganicistas de la nueva generación psiquiátrica francesa de la década de 1920, el trabajo fue inmediatamente saludado como una obra maestra por René Crevel (1900-1935), Salvador Dalí (1904-1989), y particularmente por Paul Nizan (1905-1940), quienes apreciaron la utilización por Lacan de los textos novelescos de la paciente, y la fuerza doctrinaria de su posición respecto de la locura femenina. Al año siguiente, en la revista Le Mínotaure, Lacan dedicó un artículo al crimen cometido en Le Mans por dos domésticas (las hermanas Papin) que asesinaron a sus patronas.
En ese acto, de intenso salvajismo, él vio una mezcla de delirio à deux, homosexualidad latente, pero ante todo la emergencia de una realidad inconsciente que se sustraía a las propias protagonistas. En ese drama Jean Genet (1910-1986) basó una pieza de teatro, Les Bonnes, y Claude Chabrol una película, sesenta años ulterior a los hechos: La Cérémonie.
Si bien fuera del ambiente psicoanalítico francés se lo estimaba como a un brillante intelectual, Lacan sufría en cambio porque no lo reconociera la Société psychanalytique de Paris (SPP), donde no se tomaban en cuenta sus trabajos, y su inconformismo irritaba.
Su análisis con Loewenstein duró seis años y medio, concluyendo en el fracaso y con una desinteligencia duradera entre los dos hombres. Finalmente Lacan logró ser titular en 1938, gracias a la intervención de Édouard Pichon. Éste reconoció su genio y quiso hacer de él, a pesar de su hegelianismo, el heredero de una tradición "francesa" del freudismo: Lacan nunca obedeció a ese mandato.
En 1934 se casó con Marie-Louise Blondin (1906-1983), de sobrenombre Malou, hermana de su amigo Sylvain Blondin (1901-1975). En el viaje de bodas por Italia, Lacan descubrió con arrobamiento la ciudad de Roma, de la que se enamoró, lo mismo que Freud. Pero la ciudad antigua lo apasionaba menos que la Roma católica y barroca. Pasaba horas contemplando los éxtasis de Bernini y la arquitectura de las iglesias y los monumentos.
Desde el principio, ese matrimonio había sido un malentendido. Malou creía casarse con un hombre perfecto, cuya fidelidad estaría a la altura de sus propios suenos de felicidad. Ahora bien, Lacan no era ese hombre ni lo sería nunca. La pareja tuvo tres hijos: Caroline (1937-1973), Thibaut y Sibylle.
En 1936 Lacan se inició en la filosofía hegeliana en el seminario que Alexandre Kojève (1902-1968) dedicó a la Fenomenología del espíritu. Conoció a Alexandre Koyré (1892-1964), Georges Bataille (1897-1962), Raymond Queneau (1903-1976), y después frecuentó la revista Recherches philosophiques y participó en las reuniones del Colegio de Sociología. De esos años de gran riqueza cultural y teórica extrajo la certidumbre de que la obra freudiana tenía que ser releída "a la letra" y a la luz de la tradición filosófica alemana.
En 1936 se cruzó por primera vez con la historia del freudismo internacional, al participar, en Marienbad, en el Congreso de la International Psychoanalytical Association (IPA). Allí presentó un trabajo sobre el estadio del espejo, pero al cabo de diez minutos de exposición Ernest Jones le cortó la palabra. Más tarde viajó a Berlín, donde asistió a los juegos olímpicos. El triunfo del nazismo provocó en él una sensación de repugnancia.
En 1938, por pedido de Henri Wallon (1879-1962) y Lucien Febvre (1878-1956), hizo el balance muy sombrío de las violencias psíquicas propias de la familia burguesa en un artículo de la Encyclopédie française. Constatando que el psicoanálisis había nacido de la declinación del patriarcado, llamó a revalorizar la función simbólica del padre en un mundo amenazado por el fascismo.
En 1937 se enamoró de Sylvia Maklès-Bataille (1908-1993). Separada en esa época de Georges Bataille, de quien seguía siendo esposa, ella había interpretado un papel en la película de Jean Renoir (1894-1979) titulada Une partie de campagne. Era madre de una pequeña, Laurence Bataille (1930-1986), que sería una notable psicoanalista.
Proveniente de una familia judía rumana, Sylvia Bataille se había integrado al alegre equipo del grupo Octubre, con Jacques-Bernard Brunius, Raymond Brussiéres y Joseph Kosma. Guiados por Jacques (1900-1977) y Pierre Prévert, los octubristas querían renovar el teatro popular, inspirándose en Bertolt Brecht (1898-1956) y Erwin Piscator (1893-1966). La hermana mayor de Sylvia (Bianca) estaba casada con el poeta surrealista Theodor Frankel; la menor (Rose) se casaría con André Masson (1896-1987), y la tercera (Simone) iba a ser esposa de Jean Piel, director de la revista Critique.
Cuando estalló la guerra, Sylvia se refugió en la zona libre. Cada quince días Lacan la visitaba. En París, él interrumpió toda actividad pública, recibiendo sólo a su clientela privada. Sin ser resistente, puso claramente de manifiesto su hostilidad a todas las formas de antisemitismo. Lo horrorizaba el régimen de Vichy y todo lo relacionado, de cerca o de lejos, con la Colaboración.
Durante los dos primeros años de la guerra se preocupó sobre todo por su vida privada. En septiembre de 1940 su situación era insostenible. Le anunció a su mujer legítima, encinta de ocho meses, que Sylvia, su compañera, también esperaba un hijo. De inmediato Malou le pidió el divorcio, y dio a luz en plena crisis de depresión, el 26 de noviembre, a una niña a la que bautizó Sibylle: "Cuando yo nací -escribió esta última en 1994-, mi padre ya no estaba. Incluso podría decir que él ya estaba en otra parte cuando fui concebida [ ... ]. Soy el fruto de la desesperación, algunos dirán del deseo, pero yo no les creo." Ocho meses más tarde, el 3 de julio de 1941, Sylvia dio a luz al cuarto vástago de Lacan, Judith, inscrita en el registro civil con el apellido Bataille. No iba a poder llevar el de su padre hasta 1964. Esta imposibilidad de transmitir el apellido sería una de las determinaciones inconscientes de la elaboración del concepto lacaniano del nombre-del-padre.
A principios de 1941 Lacan se instaló en el 5 de la rue de Lille: siguió viviendo en esa casa hasta su muerte. En diciembre, el divorcio disolvió su matrimonio con MarieLouise Blondin; en 1943 Sylvia se instaló en el 3 de la rue de Lille, con sus dos hijas: Laurence y Judith. En julio de 1953, divorciada de Georges Bataille desde agosto de 1946, se casó con Jacques Lacan en la alcaldía de Tholonet, cerca de Aix-en-Provence. Durante muchos años, por pedido de Malou, Lacan no les reveló a los hijos de su primer matrimonio la existencia de un segundo hogar donde él criaba a dos niñas, la suya y la de Bataille. Este enredo tendría consecuencias dramáticas para las dos familias.
"El objetivo de Lacan -ha escrito Jacques-Alain Miller- no era reinventar el psicoanálisis. Por el contrario, ubicó el inicio de su enseñanza bajo el signo de un «retorno a Freud»; sólo se preguntó, a propósito del psicoanálisis, en qué condición es posible." Lacan comenzó ese retorno a los textos de Freud en 1950, basándose a la vez en la filosofía heideggeriana, los trabajos de la lingüística saussureana y los de Lévi-Strauss. De la primera tomó el cuestionamiento infinito sobre el estatuto de la verdad, del ser y de su develamiento; de la segunda, extrajo su concepción del significante y de un inconsciente organizado como un lenguaje; de la enseñanza de Lévy-Strauss, dedujo la idea de lo simbólico, que utilizó en una tópica (simbólico, imaginario, real: S.l.R.), así como una lectura universalista de la prohibición del incesto y del complejo de Edipo.
Al revalorizar el inconsciente y el ello en detrimento del yo, Lacan enfrentó a una de las grandes corrientes del freudismo, la Ego Psychology, de la cual su ex analista se había convertido en uno de los representantes, y que para él era una versión edulcorada y adaptativa del mensaje freudiano. Solía llamarla "psicoanálisis norteamericano", y le opuso la peste, es decir, una visión subversiva de la teoría freudiana, centrada en la primacía del inconsciente. Como en el período de entreguerras, Lacan continuó anudando fuertes relaciones fuera del ambiente psicoanalítico: con Roman Jakobson (1896-1982), Claude Lévi-Strauss, Maurice Merleau-Ponty (1908-1961).
Gracias a Jean Beaufret (1907-1982), que era analizante suyo, conoció a Martin Heidegger (1889-1976).
En la SPP, Lacan atrajo a numerosos alumnos fascinados por su enseñanza y deseosos de romper con el freudismo académico de la primera generación francesa. Empezó entonces a ser reconocido como didacta y también como clínico. Su sentido agudo de la lógica de la locura, su enfoque original del ámbito de la psicosis y su talento le aseguraban, junto a Françoise Dolto, un lugar de privilegio a los ojos de la joven generación psiquiátrica-psicoanalítica.
En 1951 Lacan compró una casa de campo, la Prévóté, situada en Guitrancourt, a unos cien kilómetros de París. Allí se refugiaba los domingos para trabajar, pero también recibía a pacientes y organizaba reuniones. Le encantaba interpretar comedias ante sus amigos, disfrazarse, bailar, jaranear y a veces ponerse ropa extravagante. En esa casa coleccionó una cantidad considerable de libros que, con el transcurso de los años, terminaron por constituir una biblioteca inmensa, cuya simple consulta da la medida de su pasión por el trabajo intelectual. En un ambiente que daba al jardín había una mesa llena de objetos de arte. En la galería contigua al único salón, colgó el famoso cuadro de Gustave Courbet (1819-1877) titulado El origen del mundo, que había comprado por consejo de Bataille y Masson.
Como todos los demás países, después de la Segunda Guerra Mundial la Francia freudiana entró en la era de los conflictos, las crisis y las controversias. La primera escisión francesa se produjo en 1953, en torno a la creación de un nuevo instituto de psicoanálisis y de la cuestión del análisis profano. Agrupados alrededor de Sacha Nacht, los partidarios de la corporación médica se oponían a los universitarios liberales que rodeaban a Daniel Lagache y sostenían a los alumnos del instituto indignados por el autoritarismo de Nacht.
Discutido a lo largo de esta crisis por su práctica de las sesiones de duración variable (o sesiones cortas), que cuestionaba el ritual de la duración obligatoria (cuarenta y cinco-cincuenta minutos) impuesto por las normas de la IPA, Lacan se alineó con los universitarios. Por cierto, era favorable al análisis profano, pero no compartía ninguna de las tesis de Lagache sobre la psicología clínica. Recusando cualquier idea de asimilación del psicoanálisis a cualquier psicología, consideraba los estudios de filosofía, letras o psiquiatría como las tres mejores vías de acceso a las formación de los analistas. De tal modo retomaba el programa diseñado por Freud en el Congreso de la IPA de Budapest, en 1918.
Violentamente hostil a Lacan y asustada por la agitación de los alumnos, Marie Bonaparte, aunque favorable al análisis profano, brindó su apoyo al grupo de Nacht, provocando de tal modo la partida de los liberales y de la gran mayoría de los alumnos. Lagache fundó entonces la Société française de psychanalyse (SFP, 1953-1963), donde se encontraron Lacan, Dolto, Juliette Favez-Boutonier, así como los principales representantes de la tercera generación psicoanalítica francesa: Didier Anzieu, Jean Laplanche, Jean-Bertrand Pontalis, Serge Leclaire, François Perrier, Daniel Widlócher, Jenny Aubry, Octave Mannoni, Maud Mannoni, Moustapha Safotran. Con la excepción de WIadimir Granoff, todos ellos estaban o habían estado en análisis o control con Lacan. En el primer congreso de la SFP, que se reunió en Roma en septiembre de 1953, Lacan presentó un trabajo notable, "Función y campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis" (o "Discurso de Roma"), en el cual expuso los principales elementos de su sistema de pensamiento, derivado de la lingüística estructural y de influencias diversas, filosóficas y científicas. Allí elaboró varios conceptos (sujeto, imaginario, simbólico, real, significante) que iba a desarrollar a lo largo de los años, enriqueciéndolos con nuevas formulaciones clínicas, y después lógico-matemáticas: forclusión, nombre-del-padre, matema, nudo borromeo, sexuación.
Gracias a su amigo Jean Delay obtuvo un anfiteatro del Hospital Sainte-Anne. Durante diez años, dos veces por mes, dio allí su seminario, comentando de manera sistemática todos los grandes textos de la obra freudiana y generando de tal modo una nueva corriente de pensamiento: el lacanismo. El "Discurso de Roma" se publicó en el primer número de La Psychanalyse (la revista de la SFP). Todos los años Lacan hacía entrega a esta revista de sus mejores conferencias, que eran una especie de condensación de los temas del seminario. También hizo publicar en ella artículos de Martin Heidegger, Émile Benveniste, Jean Hyppolite (1907-1968) y muchos otros.
Durante diez años, la enseñanza de Lacan le permitió a la comunidad feudiana francesa experimentar un desarrollo considerable: "nuestros mejores años", dirán los ex combatientes de este grupo en crisis y de ese movimiento en busca de reconocimiento.
Al abandonar la SPP, los fundadores de la SFP habían perdido, sin advertirlo, su afiliación a la IPA. A partir de 1953 se iniciaron negociaciones con el ejecutivo central para que ese segundo grupo francés fuera también incorporado. En esa época nadie soñaba con emanciparse de la legitimidad freudiana, y Lacan incluso menos que los otros. Respaldados por él, Granoff, Leclaire y Perrier formaron una "troica" cuya tarea era negociar la incorporación de la SFR Después de años de discusiones e intercambios, el comité ejecutivo de la IPA negó a Lacan y Dolto el derecho de formar didactas. Las razones eran complejas. Se reprochaba a Lacan la transgresión de las reglas técnicas, en particular las que determinaban la duración de las sesiones. En el caso de Dolto, el rechazo se basaba en parte en su manera de practicar el psicoanálisis de niños, pero también cuestionaban su formación didáctica: en esa época, en efecto, los alumnos de René Laforgue habían sido invitados a realizar un nuevo análisis.
La segunda escisión (una "excomunión" según Lacan) del movimiento psicoanalítico se produjo en el invierno de 1963. Fue vivida como un des, ;tre por todos los miembros de la SFP, tanto por los alumnos como por los negociadores: Leclaire, Lacan, Granoff, Pierrier (y Pierre Turquet por Gran Bretaña).
En 1964 se disolvió la SFP y Lacan fundó la École freudienne de Paris (EFP), mientras que la mayoría de sus mejores alumnos se volvían a encontrar junto a Lagache en la Association psychanalytique de France (APF) reconocida por la IPA. Obligado a mudar su seminario, Lacan, gracias a la intervención de Louis Althusser, fue acogido en una sala de la Escuela Normal Superior (ENS) de la rue d'Ulm, donde pudo continuar su enseñanza.
En un artículo de 1964, Althusser dibujó un bello retrato matizado de Lacan. Captó muy bien las grandezas y debilidades del personaje, su rigor teórico, su dolor en los combates: "De allí la pasión contenida, la contención apasionada del lenguaje de Lacan, que sólo puede vivir y sobrevivir en estado de alerta y prevención. Lenguaje de un hombre asediado y condenado por la fuerza abrumadora de las estructuras y las corporaciones a adelantarse a sus golpes, a fingir al menos que los devuelve antes de haberlos recibido, desalentando al adversario para que no lo aplaste bajo los suyos [ ... ]. Tenía que enseñar la teoría del inconsciente a médicos, analistas o analizados, y Lacan, en la retórica de su palabra, les dio el equivalente mimado del lenguaje del inconsciente que, como todos saben, es en su esencia última Witz, juego de palabras, metáfora, frustrada o exitosa: el equivalente de la experiencia vivida en la práctica de ellos, fuera como analistas o como analizados."
En la ENS, Lacan conquistó un nuevo auditorio, el de una parte de la juventud filosófica francesa, a la cual Althusser confió la misión de trabajar sus textos. Entre esos jóvenes se encontraba Jacques-Alain Miller, que en 1966 se casó con Judith Lacan. Él se convertiría en el redactor de los seminarios de su suegro, su ejecutor testamentario e iniciador, en 1975, de una corriente neolacaniana en el interior mismo de la EFP.
En 1965, impulsado por Frangois Wahl, Lacan fundó la colección "Champ freudien" en Éditions du Seuil y, al año siguiente, el 15 de diciembre, publicó sus Écrits. La obra presenta las huellas de su difícil elaboración: reescritura del propio Lacan, correcciones múltiples de Wahl, comentarios de Miller. Lacan recibió por fin la consagración esperada y merecida: en quince días se vendieron cinco mil ejemplares, antes de que aparecieran las reseñas bibliográficas en la prensa. Se iban a vender más de cincuenta mil ejemplares de la edición normal, y la venta como libro de bolsillo batiría todas las marcas para un conjunto de textos tan difíciles: más de ciento veinte mil ejemplares del primer volumen, más de cincuenta mil del segundo.
En adelante, Lacan fue reconocido, celebrado, odiado o admirado como un pensador de envergadura, y no sólo como un maestro del psicoanálisis. Su obra fue leída y comentada por numerosos filósofos, entre ellos Michel Foucault (1926-1984) y Gilles Deleuze (1925-1995).
Incluso antes de la aparición de la opus magnum, Lacan viajó a los Estados Unidos, invitado al simposio sobre el estructuralismo que en octubre de 1966 organizaron René Girard y Eugenio Donato en la Universidad Johns Hopkins de Baltimore: "En Baltimore -escribió Derrida" me habló del modo en que pensaba que sería leído, en particular por mí, después de su muerte [ ... ]. La otra inquietud (que él me confió) concernía a sus Écrits, que aún no habían aparecido pero cuya publicación era inminente. Lacan estaba preocupado, un poco descontento , me pareció, de quienes en Seuil le habían aconsejado reunir todo en un solo gran volumen [ ... ]. «Ya verá, me dijo, haciendo un gesto con la mano, eso no va a sostenerse»." Lacan volvió a los Estados Unidos en 1976, para dar una serie de conferencias en las universidades de la Costa Este. La lectura de su obra siguió limitada a los intelectuales, las feministas y los profesores de literatura francesa.
Enfrentado al gigantismo de la EFP, Lacan trató de resolver los problemas de formación introduciendo el pase, nuevo procedimiento de acceso al análisis didáctico. Aplicado en 1969, provocó la salida de un grupo de analistas que se oponían a él (Perrier, Piera Aulagnier, Jean-Paul Valabrega), quienes formaron una nueva escuela: la Organisation psychanalytique de langue française (OPLF) o Quatrième Groupe. Esta escisión, la tercera en la historia del movimiento francés, marcó la entrada de la EFP en una crisis institucional que desembocó en su disolución el 5 de enero de 1980, y después llevó a la dispersión del movimiento lacaniano en una veintena de asociaciones.
En 1974 Lacan asumió la dirección, en la Universidad París-VIII, en el departamento de psicoanálisis fundado por Serge Leclaire en 1969, de una cátedra del "Champ freudien" que confió a Jacques-Alain Miller. Alentó entonces la transformación progresiva de su doctrina en un sistema cerrado, mientras se empeñaba en hacer del psicoanálisis una ciencia exacta basada en la lógica del matema y la topología de los nudos borromeos.
Afectado de trastornos cerebrales y una afasia parcial, Lacan murió el 9 de septiembre de 1981 en la clínica Hartmann de Neuilly, después de la ablación de un tumor maligno de colon.
En una oportunidad, Lacan, a modo de confidencia, le había dicho a su amiga María Antonietta Macciocchi: "¡Ah querida, los italianos son tan inteligentes! Si pudiera elegir un lugar para morir, querría terminar mis días en Roma. Conozco todos los rincones de Roma, todas las fuentes, todas las iglesias. .. Y si no fuera Roma, me contentaría con Venecia o Florencia: estoy bajo el signo de Italia."




Diccionario de Psicoanálisis. Elisabeth Roudinesco y Michel Plon

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