Pichon Riviere está presente en el blog. Para nuestro deleite, una clase dictada el 02-08-1968 donde hace una caracterización del psiquismo humano ante una situación de catástrofe.
"Hoy vamos a tratar algunos temas extraños a los habituales, de la situación catastrófica que tiene un aspecto manifiesto y otro latente. La situación catastrófica coincide... con la aparición de la enfermedad mental en un miembro de un grupo familiar, pero además la situación catastrófica ha sido ampliada en los últimos años al estudio de situaciones colectivas de ansiedad y pánico, características, como inundaciones, terremotos, movimientos de origen telúrico que toman a una colectividad humana desprevenida.
Hace años nos dedicamos al estudio de la inundación, como tema típico de la situación catastrófica .
Se llama situación catastrófica cuando toma a un conjunto humano, que en un momento dado se ve sometido a frustraciones, miedos, con fenómenos de explosividad y paralización. Es una comunidad no operativa, que difícilmente se defiende de la situación y que no puede planificar. En los EE.UU. existe un departamento de situaciones catastróficas, dependientes de un ministerio, porque allá el problema de las inundaciones es muy frecuente, sobre todo en el sur. A través de eso se han establecido una cantidad de técnicas e incluso se ha sistematizado el enfoque para resolver situaciones de este tipo.
Hace dos o tres años publicamos un trabajo, estudiando detenidamente una situación de inundación que hubo, que en realidad era repetición de muchas que yo había vivido en la costa.
La situación catastrófica puede seguir varios pasos; estudiamos tres. En la primera situación, supongamos la inundación, la primera es una faz subliminal, donde se niega una cantidad de aspectos concretos. Por ej. en la inundación hay síntomas característicos, sobre todo en el Paraná, que es la aparición de camalotes y de un olor particularisimo, a barro, y que todo hombre de la región conoce.
Lo mas curioso es que cuando aparece se reprime y al reprimirse se le adjudica al vecino de la zona una serie de daños en otros términos, es decir, por su actuación o por el ganado que tiene, etc., es decir que se da la adjudicación paranoica al otro, pero deformada y lo que no quieren percibir es precisamente aquello de lo cual tienen experiencia de sobra porque las inundaciones son frecuentes.
Yo hice el estudio en una zona urbana, donde la inundación tomaba tres grandes instituciones del pueblo: una capilla, el cementerio y el prostíbulo.
La capitación subliminal se da por el hecho de que al observar el río hay un aumento de velocidad y de corriente y hay con gran frecuencia la aparición de troncos. También hay animales, que junto con otros en putrefacción provocan un olor particular; ese olor particular es el mas primitivo de todos, es el que da la posibilidad de reconocer la situación catastrófica. Pero es negada porque hay un sentimiento ecológico de no movilidad de la región; la prueba es que una vez pasada la inundación vuelven al mismo lugar.
Esta situación de negación del hecho es fundamental y puede ser explicada en términos de ecología humana y de pensamiento mágico, por el hecho de que el no moverse del lugar significa para ellos no perjudicar a la zona, como si al negar el daño se provocara una paralización o una suspensión de la inundación.
El segundo periodo empieza con los esfuerzos del equipo de salvataje que tropieza inmediatamente con dificultades y con serios conflictos, hasta conflictos armados, donde los marineros de la Subprefectura tienen que sacar a las personas y son recibidos a tiros y agredidos. Por ej. una anécdota de la correlación entre las comisiones de salvataje y los inundados es por había una familia que estaba en el techo, pasó una lancha de salvataje y preguntó "cuantas personas hay?", para llevarlos, y uno contestó "no hay nadie", y la lancha siguió. Fue el colmo pero por parte de ambos, porque también el hombre que se ocupa de los salvatajes suele ser de la región y ha sufrido situaciones semejantes.
Así que el segundo periodo lo podemos clasificar como el enfrentamiento del equipo de salvamento y accidentados o siniestrados. Eso puede pasar en cualquier situación colectiva, donde el siniestro es mas o menos general.
No hay técnica racional para manejar estas situaciones, porque generalmente en los subgrupos (los que quieren irse y los que quieren quedarse), hay un líder de resistencia al cambio o que tiene compromisos en la zona. En la inundación que refiero, en una isla cerca de Paraná, había un sujeto que con fusil en mano defendió su dotación; después que fue reducido se encontró que tenia la madre por ahogarse. Pero la fantasía inconsciente que tenia era que como eso coincidía con posibilidades de un golpe, entonces el, mágicamente, quedándose en la isla, aseguraba que la inundación iba a cesar e iba a ser posible el ultimo golpe político. Yo recuerdo inundaciones cuando yo era muy pequeño, donde el esfuerzo que todos hacíamos, donde todos colaborábamos, fue convencerlos para que evacuaran una zona sumamente peligrosa, donde la necesidad de llevarse cosas, y ahí uno entiende lo que es ecología humana, es decir la relación del hombre con su ambiente, llevarse un catre, un colchón, cosas que podían ser reemplazadas; es decir que el sentimiento de pertenencia al pago era de tal intensidad que el salvataje era muy difícil.
En el tercer periodo, que es la conducta de los siniestrados salvados, empezaban a tener un monto de pretensiones y de reivindicaciones, como si la inundación hubiera sido provocada con una finalidad determinada. Había una racionalización de que la inundación había sido provocada, en esa época, por razones políticas para evitar un golpe.
Muchas situaciones surgen cuando se produce el salvataje, por momentos aprecian verdaderas guerras marítimas, porque se oían descargas.
Una vez evacuados, en terreno firme, empezaba un fenómeno muy curioso, que era un fenómeno de disolución. es decir por mala técnica en el manejo social, se vio que se encargaban de dividir a la familia, había una escisión, lo que debilitaba considerablemente al grupo familiar, teniendo una angustia muy grande por el provenir del grupo segregado, por el hecho de que en esas épocas pueden aparecer determinadas epidemias y enfermedades.
Esa situación de reinstalación dentro de un medio ambiente seguro, va seguida, antes de la total, de ubicación en regimientos, en hospitales, en iglesias, etc. Parecían pacientes porque mostraban falta de capacidad que antes habían mostrado en otras tareas operativas; en este caso parecía que tenían un bloqueo instrumental donde no trabajaban y donde recibían un cierto material de abrigo, que sistemáticamente eran vendidas. Alrededor de un grupo de siniestrados se formaba otro de pequeños compradores que negociaban lo adquirido por el Estado; se establecía un comercio de una actividad febril y un estado de exaltación particular, que iba en ascenso, con la ayuda del alcohol, y entraban en estados de carnaval, es decir, con grupos que se constituían en representantes de otros, con música y también con gran frecuencia de robos. La característica de estos robos eran la característica de las raterias, pequeños robos. También se dieron casos de violaciones, crímenes, secuestros de algunos habitantes de la zona seca que pretendían llevar a su medio ambiente. Ahora, siempre se veía que eran sustitutos de otros que habían desaparecido. Pero la cosa mas dramática en la situación que yo vi era la relación con el cementerio y la inundación y la búsqueda del "muerto ahogado", es decir que el río se llevaba todas las señales y entonces se producía una búsqueda desenfrenada de los lugares, que muchas veces eran encontrados; nunca he oído la magnitud del llanto de esos grupos y también había un luto particular, porque todos estaban de luto; todos buscaban el lugar donde sus parientes habían sido enterrados, eran muertos que habían muerto por segunda vez y entonces se veía el duelo real por primera vez y con una intensidad desenfrenada. Eso daba motivo a un trabajo de duelo intensivo que aliviaba a la comunidad, como todos los rituales funerarios.
Toda tentativa de adjudicación de tierras en lugares nuevos fracasaba. La vuelta tenia que ser al lugar originario y construían la casa de la misma manera que antes, lo cual no era resolver la situación.
También había subgrupos con ideologías diferentes, que entraban en conflicto porque evidentemente había autoridades locales que no hacían nada, cuya tarea única era pasar en lancha y preguntar quien esta, si hay alguno todavía.
De esa manera terminaba todo como un festín, con fiestas, con vuelta al lugar, otra vez con borracheras y desmanes de todo tipo y había momentos de grave peligrosidad para las pequeñas poblaciones que eran realmente asaltadas por ellos, como si fueran responsables y depositarios de la responsabilidad.
Estas situaciones catastróficas han sido estudiadas en EE.UU. con mucho cuidado, porque son muy frecuentes, y se ha creado un instituto de situaciones catastróficas, donde se forman psicólogos sociales especializados, con técnicas de salvamento, de persuasión, o de grupos que pueden influir sobre las otras comunidades, para poderlos evacuar a tiempo, porque todo el problema esta en la evacuación a tiempo, que no se realiza por esa lentitud característica.
Dentro de las situaciones catastróficas en general, aparece como estado principal el pánico que en algunos casos paraliza y en otros promueve la fuga. Un caso de situación catastrófica en medio urbano fue el incidente de River Plate, donde evidentemente existieron una cantidad de factores que impidieron la evacuación, donde la mayoría de los muertos fueron por asfixia y se vio una montaña de zapatos en las fotos, que representaban que la presión por los dos lados hacia que cada uno fuera para arriba, y hubo un paciente que murió posteriormente, que se elevó 25 mts., como impulsado por una catapulta. Esta, como otras situaciones catastróficas pueden ser previstas; en este caso el encuentro frontal entre hinchas de Boca y la policía trajo el inconveniente principal, el cierre o no de las puertas fue secundario. El mecanismo de fuga frente a amenazas provocadas a la policía, porque les tiraron de todo, fue el elemento principal.
Otra situación catastrófica típica fue la de Lima, unos años antes, donde la intervención de dos líderes provocadores, desencadenó una situación de dispersión y ruptura de todas las pautas de conducta; la situación catastrófica estaba dada por la perdida de los roles habituales de cada uno y con la perdida absoluta de la comunicación, donde había personas que gritaban su peligro y que podían ser salvados por otros, pero ya no había un lenguaje comprensible.
En toda situación de pánico se produce, como primer signo, un trastorno de la comunicación y lo importante es que se produce una negación del peligro y negación de la identidad de las personas, que pueden encontrarse en la situación de pánico. Por supuesto que como situación de pánico o catastrófica mas intensa, tenemos la guerra, pero por el hecho de que en la guerra los soldados están institucionalizados en sus cargos, con sus defensas adecuadas, no ceden.
El psicólogo social puede hacer mucho en situaciones como las de inundación, manejando las situaciones grupales y tratando de crear ideologías especiales de salvamento, contra líderes que siempre aparecen, oposicionistas, como si la inundación fuera mandada por el gobierno. En toda situación de pánico, base de la situación catastrófica, el psicólogo social puede actuar haciendo grupos, esclareciendo la intensidad de los miedos a la perdida y al ataque, que coexisten y cooperan en el mismo momento; de ahí la paralización de algunos o la fuga de otros, es decir, se pierde completamente el sentido de la cooperación en una situación de peligro máximo. La tarea especifica del psicólogo social es tomar contacto con aquellas personas que no quieren salir y que provocan retardos y conflictos de todo tipo, y que además son líderes no solamente de la permanencia, sino que son además líderes oposicionistas desde el punto de vista político, como si a través de eso se realizara una acción mágica que derrotara al gobierno existente.
La situación catastrófica tiene un aspecto curioso, por eso lo relacionamos con las psicosis hípnicas; tiene una oscuridad y un pánico que puede ser definido como la presencia simultánea del miedo a la perdida y el miedo al ataque, con una intensidad tal que paralizan o de desorientación total, o de fuga hacia el lugar de peligro.
Relacionamos este tema con las psicosis hípnicas y confusionales que la psiquiatría describe, donde en los estados catastróficos se ve justamente la confusión de roles entre los miembros, es decir los miembros de un grupo determinado tiene sus roles confundidos, no puede operar y necesita entonces personal que lo oriente. Se parece, desde el punto de vista individual, a estados confusionales de otro tipo, que obedecen a múltiples causas y que pueden ser relacionados todos con la pesadilla o con la noche, el soñar y el dormir, porque estudiando grupos de gente siniestrados se ve que tienen estados de insomnio para estar en estado de vigilancia permanente. En esas noches aparecen situaciones semejantes a las situaciones hípnicas individuales, ligadas a la mitología, el folklore, etc., y que temen la aparición de un lobizon, o cualquiera de esos personajes.
Los estados confusionales son la base de toda comunidad siniestrada, donde la gente pierde operatividad por la confusión. Esa confusión se debe a un incremento súbito de los miedos básicos, que les impide operar, y están como estuporosos o hacen fugas muchas veces inadecuadas.
Las psicosis hípnicas pueden ser agrupadas de acuerdo a los mecanismos del sueño. En el sueño hay un estado en el predormir; un estado de somnolencia; hay un estado de dormir con sueños y hay otro de dormir con actividad motriz.
Corresponden a los estados confusionales de la psiquiatría, y hemos establecido una correlación entre ellos. Entre las psicosis hípnicas confusionales, la primera se llama confusión simple, en la cual se advierte como síntoma característico la confusión de identidades, trastornos de la memoria y trastornos de la propia identidad, donde el sujeto se siente confundido, donde realiza permanentemente un gesto como de quitarse algo de la frente, que se llama obnubilación, como si tuviera una nube en la mente. La confusión simple carece de contenidos psicológicos generalmente o muy poco contenido, y puede aparecer en cualquier momento del dia.
Las otras formas mas típicas son las de confusión mental con onirismo, son las confusiones mentales, los esta dos de obnubilación mas la proyección de estados del sueño en la realidad. Son estados oniroides, que se ven en los chicos con gran frecuencia, porque el chico con temperatura con un nivel de excitación especial los padece. Entonces comienza a proyectar sus sueños angustiosos y entonces tiene un gran
miedo frente a eso. Son estados característicos de trastornos tóxicos o infecciosos y constituyen el gran numero de las llamadas psicosis exógenas. Estos enfermos, con un tratamiento adecuado pueden resolver su situación muy rápidamente y la verdadera prevención de la enfermedad mental residen en las primeras 24 horas de todo paciente, que sufre este estado confusional que va alimentar después cuadros mas serios.
La otra enfermedad es equivalente al dormir con agitación motriz, es decir la forma sonambulica; tiene una actividad, una agitación tan desesperada, que hay una liberación de la motricidad, que no aparece en el sueño normal, donde la motricidad esta inhibida. Es lo que se llama sonambulismo y somniloquia (el hablar en sueños). Estos estados pertenecen generalmente a la histeria.
El caso tipo de confusión es la confusión mental estuporosa, es el estado de sueño profundo, llamado por algunos sueño de plomo y donde tienen la sensación de no soñar, cosa que no sucede porque la actividad cerebral esta en funcionamiento y nadie deja de soñar, lo que se prueba con el electroencefalograma.
Los cuadros de confusión simple como equivalente a la somnolencia, la confusión mental oniroide que es la confusión con sueños proyectados, la confusión mental agitada y la estuporosa, constituyen cuatro estados confusionales o psicosis hípnicas, llamadas así porque son psicosis de la noche, no solamente del dormir sino de la noche, y que significan desde el punto de vista diagnóstico y pronóstico, un buen dato, el hecho que comiencen de noche.
Lo importante es que las psicosis confusionales se ligan a muchísimos estados, sobre todo postinfecciosos.
La importancia que tiene el insistir en estos estados confusionales, que aparecen por momentos a voces, es decir que el sujeto entra en confusión y sale, entra y sale, es que estos estados sirven para alimentar situaciones psicóticas mas profundas y son llamadas momentos claves de las psicosis crónicas por el hecho que el sujeto que empieza a tener una actividad de vigilia anormal (por ej. que se siente observado o vigilado) resulta que un sueño de ese tipo refuerza por lo que se llama ideas postoniricas, las ideas delirantes como realidad y despiertan con la idea de que lo vivido durante el sueño es una realidad concreta, y alimenta entonces el sistema psicótico.
Detrás de todo eso tenemos el pánico que se produce por una interferencia brusca de las dos ansiedades y una disgregación, en cierto sentido, con confusión relativa, características de situaciones que hemos descripto como situaciones patorritmicas. La enfermedad que mas produce estos estados es la histeria y la epilepsia. En la histeria tenemos la característica de la pesadilla y en la epilepsia el pavor nocturno. En la pesadilla el niño sueña angustiado pero puede ser despertado, y al despertar proyecta sobre las paredes de su habitación, el contenido de sus sueños y queda despierto. En el caso del pavor nocturno, muy difícilmente son despertables; están con los ojos abiertos, como si estuvieran despiertos, y apenas expresa el contenido de un sueño angustioso se duerme inmediatamente. Es decir que tiende inmediatamente a una regresión mayor y una incorporación de esos contenidos en su mente, mientras que en el histérico quedan con miedo. En la epilepsia, el pavor nocturno se caracteriza por un dormir con los ojos abiertos, angustiado y realizando algunas maniobras como la enuresis , la encopresis, crisis masticatorias, rechinamiento de dientes, crisis de todo tipo, donde la epilepsia visceral, que toma todos los órganos, se manifiesta con gran facilidad de noche, haciendo un síndrome nocturno, a veces como un abdomen agudo, una apendicitis aguda, siendo un equivalente de epilepsia visceral.
La conexión que hicimos entre situaciones catastróficas y situaciones hípnicas, tiene la particularidad de que son todas de carácter súbito, se da el pánico como situación básica."
Fuente: Espiral Dialéctica www.espiraldialectica.com.ar
jueves, 1 de mayo de 2008
Situaciones catastróficas. Pichon Riviere
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